A veinticinco días del golpe de Estado en Honduras contra el Presidente Constitucional, Manuel Zelaya, el pueblo hondureño anuncia un paro laboral desde mañana, como medida de protesta en contra del gobierno de facto de Roberto Micheletti.
Según miembros del Frente de Resistencia Nacional contra el Golpe de Estado de Honduras, el cual está conformado por movimientos políticos y sociales, desde mañana, el pueblo hondureño realizará un paro nacional de 48 horas en el que la clase trabajadora se movilizará y cerrará carreteras como medidas de protesta contra el gobierno de facto.
Debido a la tensa situación que se vive durante los días posteriores al golpe de Estado, algunos miembros del movimiento, quienes se encuentran de visita en El Salvador, no descartan que la situación pueda agravarse y provocar una guerra como consecuencia de la represión armada contra las masas que se manifiestan contra Micheletti y sus funcionarios.
«El pueblo Hondureño estaría dispuesto a lo que sea y preparado para lo que sea con tal de retomar el orden democrático y propiciar el desarrollo del pueblo», asegura Gilberto Ríos, miembro del frente de resistencia.
Los miembros del movimiento no descartan que, ante el anuncio de retorno del Presidente Zelaya, se incremente la movilización de miembros del ejército hondureño, para confrontar de forma violenta a los manifestantes que rechazan al gobierno de Micheletti.
Según representantes del Frente de Resistencia, el papel que han jugado en los días posteriores al golpe de Estado ha sido de gran importancia para mantener la unidad entre los movimientos sociales y políticos en la lucha contra el gobierno de facto y contra el modelo neoliberal.
Marcelino Borjas, secretario general del Movimiento Nueva Democracia, el cual forma parte del frente de resistencia, asegura que el proceso político que se vive actualmente en Honduras ha creado un contexto importante para luchas futuras.
«La lucha contra el golpe no es una lucha propia del pueblo hondureño. Es una lucha contra la derecha y contra el imperialismo para cambiar el rumbo de la historia de los pueblos latinoamericanos», dijo Borjas.
Respecto a la situación de los medios de comunicación durante los días posteriores al golpe de Estado en Honduras, el frente de resistencia asegura que algunos medios de comunicación hondureños han recibido constantes amenazas y se les han impuesto restricciones para transmitir información que no responda a los intereses del gobierno de facto.
«A los medios se les ha permitido una apertura condicionada. Algunos medios siguen siendo amenazados, hacen cortes de energía, algunos canales de televisión han sido restringidos y cuando se va a transmitir alguna información de importancia para la población se hace a través de cadenas de radio», dijo Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras y miembro del frente de resistencia.
Ante dicha situación, Ríos considera que a pesar de la situación de «incomunicación», a través de los medios convencionales de comunicación, los mensajes de texto a través de celulares, el Internet , entre otros recursos han sido bien aprovechados para convocar a las masas a participar en las manifestaciones en contra del gobierno de facto.
Sin embargo, aseguran que algunos medios de comunicación como Radio América, Televicentro y tres de los cuatro medios escritos de circulación nacional «son parte del golpe», ya que son propiedad de personas que apoyan el golpe de Estado y que al momento de sacar a Manuel Zelaya del país, se dedicaron a transmitir programación de entretenimiento.
Los opositores al gobierno de facto aseguran que no cesarán su lucha hasta hacer valer los derechos del pueblo hondureño y la democracia.
Golpe de Estado en Honduras: una violación a los derechos Constitucionales del pueblo
Por su parte, el representante del Partido Unificación Nacional de Honduras Bartolo Fuentes, manifestó que el golpe de Estado en su país ha provocado la muerte de al menos cinco personas y lesiones en 77 personas más.
«En nuestro país, la derecha ha usado las armas para desencadenar actos de violencia en contra del pueblo, eso significa que la derecha utilizado ha la policía y al ejército; ha declarado una guerra interna, lo que significa una convulsión social en donde los que no están armados, en este caso el pueblo, ha sufrido las bajas», agregó Fuentes.
Fuentes aseguró que el «golpismo» en Honduras no es únicamente una agresión para el pueblo hondureño, sino también una agresión y advertencia para el pueblo latinoamericano enviada por los sectores oligárquicos y los grupos de poder de toda América Latina que «sienten sus intereses amenazados».
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