Managua.- El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, esperará los resultados de las gestiones diplomáticas internacionales, pero en caso de que el diálogo fracase regresará a Tegucigalpa para encabezar las protestas de sus simpatizantes.
Zelaya, en rueda de prensa en la Embajada de su país en Nicaragua, minimizó la posición del Departamento de Estado de Estados Unidos que se opuso a sus intentos de regresar a territorio hondureño.
Esos comentarios, dijo, son sólo "recomendaciones de buena fe" de la cancillería estadunidense porque desconocía la situación que vivía el pueblo del país centroamericano a raíz del golpe militar, el 28 de junio.
Aseguró que apoya el proceso de mediación del presidente costarricense Oscar Arias, premio Nobel de la Paz 1988, quien convocó a una segunda reunión este sábado, pero no pueden pedirme "que no regrese a mi casa".
Zelaya restó importancia a las declaraciones del vocero del Departamento de Estado, Robert Wood, y afirmó que son "asuntos que recibo como buenas intenciones".
Wood dijo que se oponía al intento de regreso de Zelaya a su país porque pondría en riesgo el esfuerzo de mediación y diálogo.
También espera que en Costa Rica, el gobierno de facto de Roberto Micheletti, este sábado "dé señales" que conduzcan a su restitución en el cargo, después de más de 20 días sin algún resultado, de lo contrario consideraría "el fracaso del proceso" de mediación de Arias.
"No ha habido ni un sólo gesto de que los golpistas se van a someter a esas resoluciones" de la Organización de Estados Americanos y Naciones Unidas, que exigen el retorno del orden constitucional en esa nación centroamericana.
Zelaya descartó aceptar propuestas que conlleven "premiar a los golpistas, nunca dar concesiones ni cheques en blanco", ya que sería "una pésima lección premiar a los golpistas, darles tiempo" de consolidarse en el poder.
El mandatario depuesto adelantó que el mediador plantea "el castigo y no a la impunidad de un golpe de Estado".
Manuel Zelaya, quien promovía una consulta popular para modificar la Constitución con el fin de llegar a reelegirse, fue destituido y expulsado hacia Costa Rica, el 28 de junio.
El 5 de julio, se le impidió aterrizar en el aeropuerto de Toncontin, en Tegucigalpa.
Esta vez, "la fecha, la hora, el lugar, el mecanismo terrestre, aéreo o marítimo no se lo puedo decir a criminales. Voy a regresar de una u otra forma" porque tengo que hacerlo, afirmó.
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