Nueva York/Dpa
La Asamblea General de la ONU celebró hoy una sesión de urgencia para condenar de manera unánime el golpe de Estado en Honduras, y en el que se hizo una llamamiento a la comunidad internacional a no reconocer otro gobierno en el país que no sea el del presidente Manuel Zelaya.
El presidente de la Asamblea General, el nicaragüense Miguel d'Escoto, abrió la sesión manifestando sentirse "avergonzado" porque "este golpe de Estado haya pasado en América Central durante mi presidencia". "Es el regreso hacia otra era sobre la que esperábamos que fuera una pesadilla lejana", dijo D'Escoto que apuntilló que es el primer golpe de Estado en la región desde el final de la Guerra Fría.
El presidente de la Asamblea General dijo que era "crucial" que los 192 Estados Miembros de la ONU "añadan su voz para subrayar el rechazo universal a este crimen", mientras que defendió la iniciativa de Zelaya de proponer una enmienda constitucional para ampliar el mandato presidencial diciendo que "no es para nada ilegítimo".
Por su parte, el embajador de Honduras ante la ONU, Jorge Arturo Reina, agradeció el apoyo recibido por parte de la comunidad internacional, en especial a los países de América Latina, de los que remarcó la "hospitalidad" de Costa Rica al acoger al presidente Zelaya y a Nicaragua, donde se celebra una reunión de urgencia de la Alianza Bolivariana de América (ALBA) para forzar la reinstalación del presidente hondureño destituido.
El embajador de Honduras apeló a las Naciones Unidas a que aprovechen esta "oportunidad histórica" para defender los principios por la que fue creada.
Por su parte, los países de América Latina intervinieron en la sesión en nombre de las diferentes asociaciones de la región -ALBA, UNASUR y Grupo de Río- para mostrar su apoyo a Zelaya.
El embajador de Venezuela ante la ONU, Jorge Valero, denunció en nombre de ALBA el golpe de estado y llamó a la comunidad internacional "a no reconocer otro gobierno" que no sea el de Zelaya, mientras que también condenó "el secuestro" de figuras políticas como la canciller del gobierno de Zelaya, Patricia Rodas, y los embajadores de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
"No aceptaremos a nadie que no sea Zelaya", sentenció Jorge Valero.
Por otro lado, el embajador de México ante la ONU, Claude Heller, intervino en nombre del Grupo de Río manifestando "su total disposición para contribuir al restablecimiento del orden institucional en Honudras", y demandar la restitución "inmediata e incondicional" de Zelaya.
En nombre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) intervino el embajador de Cuba ante la ONU, Abelardo Moreno, en condición de presidente del buró de coordinación de la organización. Moreno condenó de manera "enérgica" el golpe de Estado que definió como "un golpe contra los sagrados valores que defiende la Organización de Naciones Unidas".
Por su parte, el embajador chileno ante la ONU, Heraldo Muñoz, habló en representación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), remarcando que la asociación "no reconocerá" otro gobierno que no sea el de Manuel Zelaya.
La Unión Europea, representada por República Checa, mostró también su condena al golpe de Estado en una breve intervención.
Tras la sesión de esta mañana, la Asamblea General se reúne esta tarde para continuar con las intervenciones en esta sesión de urgencia sobre la crisis hondureña.
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